En medio de una crisis sin precedentes, el fútbol chileno se encuentra al borde del abismo. Los constantes retrasos, suspensiones y falta de infraestructura han desatado una tormenta perfecta que amenaza con hundir la temporada antes de que siquiera comience. Mientras los dirigentes parecen navegar a la deriva, una voz autorizada alza su voz en un grito desesperado por el rescate de este deporte nacional.
Cristián Caamaño, reconocido periodista deportivo, ha estallado en furia contra la gestión de Pablo Milad, presidente de la ANFP. En un encendido discurso, Caamaño arremete contra la aparente inacción y falta de liderazgo que han permitido que la situación se deteriore hasta niveles críticos.
«Cómo alguien que viene de la política como Milad, que durante dos años los delegados presidenciales te vienen suspendiendo partidos, reduciendo aforos y poniendo todas las trabas posibles, cómo no se te ocurre dejar de lado el ego y salvar el fútbol», cuestiona Caamaño con vehemencia.
La Debacle de los Estadios
En el corazón de esta crisis se encuentra el espinoso tema de los estadios. Con el Santa Laura fuera de servicio, el Nacional congelado y el San Carlos en reconstrucción, los clubes se enfrentan a una escasez crítica de recintos para albergar sus encuentros. Caamaño no escatima en su crítica a la falta de previsión y planificación por parte de las autoridades.
«Si desde esta fecha al 28 de enero que comenzó la temporada, ya hay once partidos reprogramados o suspendidos, es que nadie hizo ningún trabajo de ninguna índole. Ni de logística, ni de organización ni de recintos. Nada», denuncia el periodista, evidenciando la magnitud del desastre que se avecina.
Mientras el Barco se Hunde
En medio de esta crisis sin precedentes, Caamaño dirige su mirada hacia el líder de la ANFP, Pablo Milad. Con una mezcla de incredulidad y frustración, cuestiona las prioridades del presidente, quien parece más enfocado en los compromisos internacionales que en resolver los problemas locales.
«Pero para subirme al avión para ir al viaje a entregar trofeos estoy tres horas antes en el aeropuerto. Para ir a la comida. y Acá es un desastre. Estuvo una semana en Venezuela para el Sudamericano Sub 20», lamenta Caamaño, pintando un cuadro desolador de un capitán ausente mientras su nave se hunde lentamente.
El Llamado a la Acción
Ante esta situación crítica, Caamaño lanza un llamado urgente a la acción. Insta a Milad a dejar de lado su ego y convocar a una cumbre de emergencia con todas las autoridades involucradas. Un plan maestro, una estrategia coordinada y un compromiso real son los ingredientes que, según el periodista, podrían salvar al fútbol chileno de una catástrofe inminente.
«Haces una reunión con el Ministerio del Interior, el ministro del Deporte, el Presidente, los delegados y los que sean… ¿Saben muchachos? Necesito el apoyo de ustedes, yo me comprometo a ciertas situaciones, pero necesito que estos primeros seis meses, los delegados me den carta libre para programar ciertos partidos porque voy a tener problemas con ciertos clubes que no cuentan con estadio», propone Caamaño con urgencia.
A medida que el reloj avanza inexorablemente, la pregunta que queda en el aire es si los líderes del fútbol chileno escucharán este grito desesperado antes de que sea demasiado tarde. El futuro de este deporte apasionante, profundamente arraigado en el corazón de la nación, depende de ello.
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